La máxima aspiración, del opositor medio de la región...
Sergio
/ Venezuela.- La
esencia de la oposición venezolana y de toda Latinoamérica, es neoliberal. Pues
como toda organización encabezada, por oligarcas industriales y comerciantes de
los grandes centros del capital mundial, que siempre han seguido la derecha más
rancia, esta organización regional, aunque pequeña, no tiene menor interés que
todas las grandes del Mundo.
El
millonario común o mejor dicho, la familia del millonario, por lo general se la
pasa en el anonimato, para el pueblo común; ya que no tiene que aparentar nada,
pues su vida es real, (en los medios,
donde se le dan publicidad a los multimillonarios y/o sus empresas, ejemplo
Forbes, no es común, que se hable de la descendencia) Todo lo contrario, de
quienes ellos usan como conejos de india, para hacer crecer sus empresas y esos
son sus trabajadores en parte y en mayor cantidad los consumidores comunes de
sus productos, quienes han sido “creados” especialmente, para este fin. (ya lo
dijo, Robert Kiyosaki, en su libro Padre Rico, Padre Pobre) Por un lado, los
llamados ejecutivos, salidos del seno de una familia que también, vivió como
clase media alta y pasaron su vida como ejecutivos, en grandes empresas y por
lo tanto, su máximo interés es que el retoño, crezca sano físicamente hablando,
pues para lo mental, lo que le falte, se lo proporciona “la buena institución” por ejemplo Cambrige, Oxford, etc etc y sino
que lo diga Leopoldo López ( donde una de las principales asignaturas, que dan
es la que explica, como vestirse, comer y como comportarse,
ante los compromisos sociales, por ejemplo, que se tiene que tomar en cuenta,
en primerísimo orden, el pago de la hipoteca, ante cualquier otra necesidad,
porque con eso los bancos jamás tendrán problemas, que son los albaceas del
capital y que es el fin último de todo
neoliberal y si para eso, se necesita chantajear, robar o corromper a las
empresas públicas, a fin de conseguir el dinero, eso es normal y si no que lo
diga Leopoldo que a través de su mamá, consiguió los recursos de PDVSA, para
sus fines). Pero por el otro lado, están los que aspiran a llegar al menos a ese
rango y esos son los de la llamada clase media alta orilleros y los de la llamada
clase media baja, propiamente dicha. Estos también tienen en común, con los
anteriores, en que son consumidores empedernidos y que aunque sea mala la
comparación, se comportan como los musulmanes, en que estos últimos su máxima
aspiración de su vida, es ir algún día a la Meca, para considerarse verdaderamente
un fiel y buen seguidor de Alá y la de aquellos su aspiración máxima es ir a Ratonalandia, para tomarse una foto
con el pato Donald o el ratoncito Mickey, para tener que mostrar a sus amigos,
en su innato y enfermizo afán de aparentar; pues estos están a años luz de la
descendencia de los millonarios, que no tienen que aparentar para figurar y de
los “ejecutivos” en que al menos estos tienen una instrucción especializada,
aunque no, en cultura general y los de la llamada clase media baja, que mejor
sería llamarlos clase media tercera, hay muchos que no han terminado la
instrucción, que se considera apta, para ingresar como esclavos especializados,
en el campo formal del trabajo. Pero que por considerar que su mal, viene del
pueblo llano, pues considera, que en alguna forma compite con él, sin darse
cuenta que su drama se lo debe, al depredador y alienante sistema capitalista
que en primer lugar, privatizan las aulas y quien como él, sino tiene para
pagarlas, deberá quedarse sin la instrucción (con lo que se comporta, como los
que sufren el síndrome de Estocolmo, que aman a su esclavizante y odia y le
echa la culpa, a sus vecinos, con menos recursos) por esto, cuando pasa como lo
que ha sucedido en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Cuba etc, etc., no aprovecha
la oportunidad que se le presenta y al contrario, sigue odiando, a quienes
antes eran marginales integrales y ahora han salido y los han dejado mucho más
atrás, pues ahora aparte de tener cultura e instrucción general, tienen casas
dignas y amor por la Patria.
La
conclusión, es como la que dijera el filósofo zuliano: Que “no se le pueden
pedir peral al horno” pues su real naturaleza, es la estupidez supina y la
disociación…!!
¡Asi mismo es!
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